Todo depende de la luz con la que lo miremos

Qué fácil parece todo. El positivismo que me llena, siempre ha sido un paso hacia delante a hacer cosas. Pero, la realidad me lleva para atrás. Por ello he decidido asentar bases en una realidad intermedia entre la mía utópica y la otra, un tanto fría y deprimente. Si ya lo decía Aristóteles: la virtud está en el punto medio!

Por ello quiero dar un giro a mi vida. Quiero empezar a hacer cosas, llevar a cabo proyectos, leer más, ver más películas, dormir menos, hacer más fotos…

Por una vez, para ello, he tomado medidas, por ello ahora, siempre tendré a mano, mi agenda, que miraré más a menudo y escribiré cosas, además de un cuaderno dónde escribiré cosas, cómo proyectos a llevar a cabo, ideas instantáneas, pensamientos, tonterías y demás bobadas.
Y por último trataré de actualizar más a menudo el blog, que confesaré tenía abandonado por la ausencia de inspiración que me dominaba últimamente. (Y vagueza, no lo vamos a negar tampoco…).

Aun así que bueno, hoy me apetece y quiero quejarme de algunas cosas, presentes en todos nosotros y que sí, nos damos cuenta de que están ahí, pero hoy quiero hacer referencia a ellas:

- La distancia es un problema, y siempre lo ha sido. Por mucho optimismo que nos ciegue siempre ha estado ahí y nos ha impedido hacer muchas cosas. La cuidad en la que habitamos actualmente, la ciudad del acueducto, está lejos de nuestras casas, para algunos más que para otros; Yo hablo bajo mis 344 km de experiencia, que me separan de mi antigua vida, tranquila, en la que apenas me apetecía hacer cosas, en la que ver a tus amigos cada día era una rutina, y no el placer que es ahora. De esta manera aprendemos a valorar muchas cosas. Cambiamos, en mi opinión a mejor.

- El tiempo corre impaciente tras nosotros y no se detiene en ningún momento. Está en nuestra mano saber aprovecharlo o dejarlo pasar sin hacer nada. Incluso cuando corre más porque disponemos de poco de él para hacer algo.

Dicho esto, espero pueda cumplir estos no muy complicados objetivos sellados anteriormente, y no queden como los típicos de Año Nuevo.