Es bueno permitirse ser feliz

19 de abril del 2011

Ahí fue la última vez que me paseé por estos lares.

Supongo que a nadie que lea esto le interesa lo más mínimo los cambios que haya podido sufrir mi vida en los últimos 8 meses , pero bueno, haberlos lo ha habido y bastante grandes.

Hace dos meses me plante ante un Septiembre que marcó algo. Puede que esas cosas que marcan un antes y un después. Quizá. Esa es una de esas frases que son muy grandes, que abarcan demasiado.
Pararme a pensar en ese momento me trae incluso algo de nostalgia. Pero bueno.

Madre mía, estoy mirando la fecha del 19 de abril y no puedo dejar de pensar en todo. Ahí estaba a las puertas de dos festivales, con un proyecto laboral entre manos que era eso, un proyecto, una vida sentimental estable, una vida social asentada. Ahora... ahora tengo madurez, una gran experiencia, y la cabeza paseando todo el día por los escasos rincones vacíos de mi mente.

Ciertamente me ha costado tanto volver a escribir porque para cuando me lo planteé tenía mucho que contar, y no sabía si contarlo con todo lujo de detalles o siquiera comentarlo.
Pasó el tiempo, y las cosas se acumularon, y me planteé la misma situación una vez más.

Ahora ya he decido actualizar, dándome prisa y sin detalles, prácticamente sin pensar, a ver qué sale.

No hay palabras aceleradas para contar todo, ni haré una enumeración de palabras como suelo hacer. Tampoco lo resumiré todo en una, porque no existe una sola palabra que abarque tanto.

Solo diré que ha habido cambios. No todos buenos. Pero bueno, supongo que no se pueden cambiar de ninguna forma. Solo queda tirar hacia arriba.