Esto huele a final. (Bi eta bat- Ken Zazpi)

Tengo que confesar que abrir un ojo esta mañana y ver mi habitación tan vacía me ha impactado; y mucho. Mi habitación ha sido un sitio en el que he pasado gran parte del tiempo que estaba aquí. Y ver las paredes sin fotos y sin carteles ha sido horrible. Si a eso sumamos la desaparición de los libros de las estanterías, y las botellas de cerveza de la balda superior, que ahora están en una caja al lado de la puerta, la nostalgia ha crecido exponencialmente.
Ahora es cuándo me doy cuenta de lo que he pasado aquí de verdad. Los infinitos momentos, las carreras de fórmula 1 a las 8 de la mañana, las cañas, los partidos de fútbol, las comidas a las 5 de la tarde de los domingos, las desesperaciones por los exámenes, los trabajos hasta prácticamente el amanecer, las horas en las salas de estudio, tanto la de San José cómo la de la Resi, los vídeos locos, las risas hasta las 6 de la mañana, las escapadas, las #FiestasDelDoce, las numerosas borracheras con sus correspondientes resacas, los mimos y palabras de ánimo dadas por todos....

Y esto ya sí que suena a despedida. Cada día que pasa, hay más gente que se va para no volver hasta septiembre, o como mucho algún día en Julio para recordar la fiesta Segoviana que tanto hemos disfrutado este año.
Cómo pudimos comprobar en la #FiestaFinalDelDoce, las despedidas no me gustan, no me gusta pensar en que voy a estar mucho tiempo sin ver a alguien, porque me hace imaginar todos los buenos momentos que he pasado con el/ella y que no se repetirán en un tiempo. Y me gusta todavía menos cuándo multiplicamos a ese alguien por toda la gente tan genial que me ha demostrado tanto este año. (Al final voy más sensible de lo que pensaba).

Para colmo estoy en la habitación de Rosa, viendo cómo ella recoge las cosas de su habitación y pensando en este año. Y ahora digo y sin ponerme triste y sin nada (lo prometo =P), que ha sido el mejor año de mi vida, y os lo agradezco a todas y cada una de las personas que han colaborado en ello.

GRACIAS!